EL TELEVISOR

09 agosto, 2013


El televisor crepita horriblemente
burdas imágenes de chatarra apocalíptica.
Mi mente enferma
se dispara como bala de cañón
anunciando el fin del mundo.
Entonces apago mis ojos
y lloro, maldigo ser vulnerable.
Me pongo a germinar en mi cabeza
millones de nuevos demonios.
Me duelen las mañanas
en la mas fría obscuridad.

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